Poké, el plato saludable que llegó desde Hawái

Cuando nos planteamos en serio empezar a cuidarnos tenemos que enfrentarnos a algunas dificultades. Para mí, la más destacable ha sido qué pedir cuando salgo a comer fuera. Hay gente que se conforma con una ensalada básica o una pechuga de pollo a la plancha con verduras, pero a mí, y supongo que igual que a todos a los que nos gusta comer, esto se me hace complicado. Porque vale, son comidas perfectas para el día a día: son sanas, rápidas y fáciles de hacer… pero yo si salgo necesito algo que sea un poco más especial. Para comerme unas simples verduras prefiero quedarme en casa.

Normalmente hago un cheat meal semanal, es decir, una comida libre donde no miro el aporte calórico de los alimentos, sino que me olvido de la dieta y como lo que me apetece sin más: pizza, papas fritas con alguna salsa, pasta, postre… En mi caso, suele ser en fin de semana y siempre intento hacerlo coincidir con alguna de mis salidas. La mayoría de las veces lo consigo, pero otras veces me es imposible porque surgen planes fuera de lo habitual, alguna cena inesperada, reuniones con amigos y familiares, etc. Y es que además en nuestra sociedad tenemos muy arraigado lo de que la vida social gire en torno a la comida. Al menos en mi entorno, la grandísima mayoría de las veces, cuando se queda, se queda para comer.

Tengo que reconocer que al principio me volvía loca buscando opciones sanas cuando iba a ir a comer fuera. Si no iba a un japonés, libanés o local de ensaladas, desde el día anterior trataba de planificar lo que iba a pedir para no dejarme llevar por la tentación cuando viera a mis acompañantes dispuestos a disfrutar de su sabrosos platos y yo tuviera que conformarme con un pescado a la plancha con ensalada. Porque sí, algo se me muere en el alma cuando mis amigos piden cosas ricas que yo no puedo comer.

Ahora que estoy más adaptada a la vida sana todo esto cada día me resulta más sencillo. Sigo buscando opciones saludables para cuando salgo, pero sin obsesionarme tanto como antes. Y fue así, buscando restaurantes para probar en mi último viaje, como descubrí el poké.

El poké es uno de los platos de moda ahora mismo y lo puedo entender perfectamente. Es sano, es rico, es completo y muy nutritivo. Se presenta en un bowl y su base es un cereal, normalmente arroz o quinoa, al que se le añade pescado crudo marinado cortado en trozos pequeños como si fuera un tartar, y por encima se le pueden agregar una serie de toppings como frutas, verduras, semillas, salsa e incluso algas. Y es que este plato originario de Hawái toma algunos ingredientes de la cocina tradicional japonesa, como por ejemplo, la salsa de soja o el alga wakame. En la mayoría de locales especializados puede customizar al gusto del cliente, lo cual es un punto muy importante porque así las opciones son infinitas y no hay lugar para el aburrimiento: aguacate, mango, sandía, edamame, cebolla verde, cebolla roja, kale, nabo, jalapeño, pepino, semillas de sésamo… ingredientes variados y super sanos.

Entre los pescados más utilizados para elaborar el poké están el atún rojo o el salmón, que además de aportarnos proteínas, son una fuente de ácidos grasos esenciales como el Omega 3, aunque también podemos encontrar poké de pulpo, de huevas de pescado o de tofu, ideal para aquellos que no comen alimentos de origen animal.

Si nos preocupa el peso, a la hora de elegir la salsa debemos evitar las más calóricas, como la spicy mayo (o cualquier mayonesa aromatizada, vaya), que no es más que una mayonesa picante, y elegir otras más ligeras como la sriracha o la soja, porque aunque yo no soy amiga de pasarme el día contando calorías, creo que es muy fácil estropear la dieta cayendo en errores que a primera vista nos pueden parecer sin importancia pero que realmente lo que hacen es alejarnos de nuestro objetivo. Yo antes era de las que pensaban que por un poco de mayonesa no iba a pasar nada, pero una vez que empiezas a interesarte por la nutrición y te paras a leer las etiquetas de los productos, entiendes que no vale la pena sacrificar una comida bien hecha para meterle a tu cuerpo azúcares, grasas saturadas y en definitiva, lo que se conoce como calorías vacías.

Obviamente si no te gusta el pescado crudo, esto no es lo tuyo, pero si te gusta o no lo has probado y te produce cierta curiosidad, te animo a que lo hagas. Además, en prácticamente todos los locales especializados en poké los sirven en bowls de plástico que te puedes llevar fácilmente al trabajo, a la playa o a donde quieras.

Aunque es un tipo de comida que cada vez se va popularizando más y últimamente muchos restaurantes lo han ido añadiendo en sus cartas, de momento podemos encontrar bares especializados en Madrid, Barcelona y Málaga.

Este poké de Ohana Poké & More en Málaga, donde además de estos deliciosos bowls, sirven ensaladas, hamburguesas preparadas con ingredientes de primera y zumos naturales de fruta sin azúcar añadido.

Ohana Poké & More

Salvador Allende, 21, 14, Echeverría del Palo, 29018 Málaga

3 thoughts on “Poké, el plato saludable que llegó desde Hawái

  1. Menuda pinta más rica ?, pero ese tipo de plato donde yo vivo no lo hacen en ningún sitio.

    Pero me anoto la idea para prepararlo en casa y variar un poco la típica ensalada.

    La idea es similar a la de los buddha bowls ¿no?

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